Muchos atletas recién empiezan a nadar cuando comienzan a entrenar para correr su primer triatlon. Otros, son nadadores y luego empiezan a correr y pedaelar. Lo que sí es menos frecuente es que un nadador de aguas abiertas luego decida ser triatleta.
Una de las principales diferencias entre la pileta y las aguas abiertas es que en aguas contraladas podés trabajar la técnica, hacer trabajos de pasadas y ser observado por tu entrenador. En cambio “en el mundo real” los atletas están sujetos a variaciones del clima, la corriente y otros obstáculos naturales. Por lo general, los triatletas entrenan en piletas y luego compiten en aguas abiertas. Pero ¿hay diferencias en la técnica? claro, y en esta nota te contamos cuáles son.
Frecuencia en la brazada:
- En la pileta, muchos entrenadores le recomiendan a los atletas que lleguen de una punta a la otra realizando la menor cantidad de brazadas posible, buscando maximizar la eficiencia tanto en la patada como en el braceo. Sin embargo, en el mar no sucede lo mismo. Para no dejarte llevar por la corriente y no perder el rumbo es necesario que aumentes la cantidad de brazadas. En el mar no podrás estirar el brazo suavamente como lo hacés en la pileta. Entonces, sin desesperarte debés aumentar el ritmo de braceo.
Ubicar la boya:
- Cuando nadás en la pileta mantenés la mirada hacia abajo y hacia el costado, al sacar la cabeza para respirar. En aguas abiertas no debés perder de vista la boya. Entonces, nuestro consejo es que cada tres o cuatro brazadas saques la cabeza para respirar y mirés hacia adelante para ver si vas por buen camino. Entre las olas y la corriente del agua es muy común que los triatletas se salgan del circuito.
Cuidado en la largada:
- En las competencias de aguas abiertas no se mantiene el mismo orden que en una pileta. Primer debés considerar que no tenés el borde para impulsarte, es decir, que la salida puede costarte un poco más de lo normal. En segundo lugar, al ser muchos los triatletas que largan la prueba es inevitable que no haya empujones y golpes en el momento de partir. Por eso te recomendamos que si sos principiante te ubiqués detrás ya que en medio de los golpes podés perder tus antiparras o los nervios pueden jugarte una mala pasada.
La posición de tus brazos en la recuperación:
- Para realizar una buena técnica los entrenadores recomiendan que en la fase de recuperación (fase aérea de la brazada) el nadador roce el agua con la punta de los dedos. En aguas abiertas no sucede lo mismo. Para no chocharte con otros competidores debés levantar más los brazos y mantenerlos lejos del agua.
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