La historia se repite: llegan los meses de parón de carreras y uno no sabe muy bien qué hacer durante este tramo final y comienzos de la siguiente temporada. Tenlo claro, el período de invierno es un momento clave para reforzar tus puntos débiles, algo que sin saberlo te hará mejorar más todavía en los aspectos que ya eres competitivo. ¿Por qué no te propones ser más fuerte en cada pedalada? No te llevará mucho tiempo, tendrás un objetivo más para estos meses de preparación y los resultados serán sorprendentes.
Las necesidades de mejorar de los triatletas son tan variadas como los propios deportistas, pero una de las llamadas más frecuentes son las referentes a la falta de fuerza en la bici. Un triatleta con un nivel de fuerza adecuado sobre la bici tiene una herramienta brutal para enfrentarse a cualquier reto triatlético con muchísimas garantías. Ascender un repecho corto sin perder velocidad, atacar con efectividad para desmarcarse del pelotón, superar con solvencia un duro tramo con viento de cara, alcanzar una alta velocidad punta en los tramos más rápidos…e incluso poder bajarse a correr con mejores sensaciones y reducir el riesgo de lesiones. Son muchas de las ventajas que ofrece trabajar la fuerza. En TRIATLÓN te proponemos una guía de base para trabajar la fuerza, que puedes incluir dos días espaciados en tus entrenamientos semanales y que son perfectamente compatibles con cualquier plan de entrenamiento invernal. De cualquier modo, nuestra propuesta va destinada a aquellos que prefieren tomarse estos meses de forma menos estricta y necesitan más una guía de cómo mejorar, sin la necesidad de seguir un plan de entrenamiento demasiado metódico.
TRABAJO INDOOR
Sobre
todo ahora que se hace de noche bastante pronto y empieza a hacer frío, las sesiones de gimnasio, si
las comparas con pedalear o correr al atardecer del verano, pasan de ser
odiosas a ser una agradable opción para poder seguir mejorando. Existen más
ejercicios que músculos en el cuerpo, muchos más, pero estos son una
propuesta sencilla, segura y que implica directamente y de forma encadenada
(importante) los principales grupos que desarrollan la capacidad de
pedalear. Este circuito de ejercicios deben realizarse de manera
continua y tomando como descanso el propio tiempo que tardes en cambiar
de estación de trabajo.
CALENTAMIENTO GENERAL
Si dispones de una máquina elíptica para realizar el calentamiento, es la mejor opción por la implicación de todos los grupos musculares sin impacto alguno. Haz una progresión (de menos a más) de 10 a 15 minutos sin sobrepasar el 80% de frecuencia cardiaca.
ABDOMINALES
SENTADILLAS ABIERTAS CON PESO
GEMELOS
PATADA DE GLÚTEO EN ESTABILIDAD
SENTADILLAS A UNA PIERNA
Utilizando el mismo peso que usemos para la sentadilla abierta pero repartido en ambas manos, desde la vertical y a piernas juntas, da un paso al frente y baja hasta realizar una flexión de 90 grados. En este caso sí te recomendamos que alternes pierna izquierda con pierna derecha. La bajada debe ser controlada para hacer una suave decelaración hasta la estabilización y enseguida efectuar la recuperación a la vertical con un impulso que te permita llegar sin apoyos intermedios al punto de salida.
FONDOS
Es un clásico de la preparación física y tiene una efectividad asombrosa. Dependiendo de la amplitud en el apoyo y la posición de las manos, implicaremos unos u otros grupos musculares. Como en este caso buscamos beneficios en la bici, optaremos por un poyo sensiblemente más abierto que en el ancho de nuestros hombros y las puntas de los dedos hacia adelante. Concéntrate en mantener tensión abdominal, que la espalda no se arquee y baja de forma controlada. Debes sentir como los pectorales, tríceps y hombros trabajan al tiempo, sin diferencia de carga entre ellos. La fase de elevación debe ser un poco más rápida sin llegar a ser explosiva y no extiendas al máximo los brazos para que los tríceps no pierdan tensión en toda la serie. Ya los sabes, todos los ejercicios se hacen de manera continuada, así que ahora, toca empezar.
Fuente: Triatlón Web.