El complemento ideal a una sesión de preparación física para potenciar la pedalada como la que te hemos propuesto, está en finalizar la sesión con una sesión de transferencia a la bici.  La mountain bike es una herramienta perfecta para el entrenamiento en invierno. Después de una sesión de gimnasio, incluso aunque sea de noche si está bien iluminado.


SENTADO

Para que la transferencia del trabajo sea optima, te recomendamos incluso que no utilices pedales automáticos, sino unos clásicos de plataforma. La razón está en que de esta manera te obligas a trabajar con los principales grupos implicados en el pedaleo, exactamente los que has ejercitado en el gimnasio. En el caso de que sí uses pedales automáticos, presta mucha atención a que tu pedaleo sea principalmente en positivo, es decir, sólo pisando los pedales y no tirando de ellos.  Busca cuestas cortas y de una pendiente dura. Sin abusar de desarrollo, intenta subirlas a intensidad moderada, pero concentrándote en pedalear sólo pisando los pedales.

DE PIE



Busca alguna cuesta larga, no muy dura, y asciéndela entera pedaleando de pie, pero en este caso con un desarrollo algo más exigente. Esfuérzate en trabajar fuerte con los brazos, tensar los dorsales  y permitir que el abdomen transfiera eficientemente la fuerza del tren superior al inferior, y de esta forma aumentarás tu capacidad de imprimir más vatios a los pedales en la fase más eficaz del pedaleo.

Fuente: Triatlon Web.