Tener claro lo que hay que hacer por debajo del agua para avanzar lo máximo posible con poco esfuerzo es a veces complicado, porque hay muchas partes de la brazada que no puedes ver por ti mismo. Pues bien, te toca abrir los ojos, porque hemos quitado el agua de la piscina para que veas con claridad la técnica de natación cuando quieras. Así nunca volverás a dudar.

EL AGARRE

Es la primera parte de la brazada, cuando el brazo, antebrazo y mano se colocan para propulsar de la forma más eficaz.



Si miras de frente, la mano se alinea con el hombro. La palma de la mano mira hacia los pies desde poco después de entrar al agua hasta el final de la brazada.

 


Esta vista trasera muestra claramente como la palma de la mano mira enseguida hacia atrás, y como el codo desde el principio se encuentra arriba o alto respecto de la mano.



Si miras lateralmente, la mano se mueve hacia abajo, quedándose el codo por encima de la mano, pero aún no totalmente.

EL TIRÓN

Como sabes, es la parte media de la brazada y va desde que finaliza el agarre con los dos codos a la máxima altura, uno por fuera del agua y otro por dentro del agua, hasta que comienza la extensión final del brazo o fase de empuje.


Lo más importante desde el inicio del tirón –mostrado en las dos fotos de al lado–, hasta el final de él –foto de abajo–, es que la flexión de la articulación del codo se mantiene a 90º o muy cerca de 90º. Es decir, que el brazo se dirige hacia el cuerpo, manteniendo flexionado el codo con la mano siempre orientada hacia atrás.
 

El principal músculo que trabaja durante el tirón es el dorsal ancho, el más grande del tren superior. Si haces el gesto correctamente, notarás el esfuerzo y por tanto la fatiga en el dorsal ancho de cada lado.

EL EMPUJE

Es la última parte de la brazada, en la que la mano va a más velocidad, ya que desde el principio de la brazada, en los primeros momentos del agarre, la mano va poco a poco acelerando hasta que acaba en el empuje a la mayor velocidad de todo el recorrido subacuático. La única premisa es “estira el codo con la mano alineada con el antebrazo”, como ves en la segunda foto de la fase final del empuje. Para eso te va a hacer falta tener unos tríceps mínimamente entrenados, ¡los notarás!


Si consigues llevar la mano y el antebrazo directamente hacia atrás, sentirás al acabar la brazada un pequeño empujón hacia delante, sobre todo al principio de practicarlo. Esa es la señal de que acabas con potencia y con la técnica correcta la brazada.

Fuente: Sport Life