Cuando en natación hablamos de biomecánica hacemos referencia a los movimientos funcionales que debemos realizar para lograr un buen desplazamiento con poca resistencia a través del agua. Mucha atención debe prestarse al perfeccionamiento de las habilidades motoras que nos permitirán ejecutar correctamente esos movimientos. En definitiva, es un trabajo que requiere paciencia y atención al detalle.

Muchos atletas que se inician en el nado pretenden utilizar el mismo enfoque que le dan a otros deportes, lo que representa una receta para el desastre.

¿Por qué es importante la técnica en natación?

En primer lugar debemos entender que la natación es un deporte 100% soportado por el medio acuoso, donde aplican varias fuerzas físicas con las que hay que aprender a convivir tales como la flotación, el arrastre y la resistencia. Las grandes batallas que combatimos los nadadores se contienden tratando de manejar correctamente la influencia de estas fuerzas sobre nuestros cuerpos.

Técnicamente hablando, intentar colocarte el sombrero de entrenador de natación para entrenarte a ti mismo no es para nada recomendado. Esta es una de las razones principales por las que muchos atletas que aspiran a perfeccionar su natación cesan de avanzar una vez sobrepasan el nivel de principiante y es cuando se hacen evidentes los errores más comunes que observamos los entrenadores, en especial cuando estos atletas finalmente se deciden contratar nuestros servicios.

Podemos nombrar decenas de fallos de diferentes magnitudes, pero hay 4 que son preponderantes y que a veces hasta se pueden observar en nadadores élite, inclusive olímpicos.

 

4 errores comunes en natación

1. Cabeza levantada

Existen dos posiciones en las que debemos a toda costa evitar que la cabeza esté desalineada con nuestra espina dorsal. La primera es durante la transición de los brazos durante el inicio de la brazada. La segunda, cuando se ejecuta el giro para respirar.

 

¿Cómo corregirlo?

Para poder eliminar este error siempre prescribo el uso de un snorkel para nadadores. Al colocarse el snorkel, el nadador o nadadora, siempre que mantenga su vista direccionada hacia el fondo de la piscina, rápidamente percibirá que su cuerpo se alinea con la superficie del agua. La razón es simple: fijar la mirada en el fondo de la piscina logra enderezar el cuello, colocándolo en perfecta alineación con la espalda, ayudando al nadador a concentrarse en la rotación de hombros y la entrada de sus manos en el agua.

Por otro lado, para subsanar el común error de elevar mucho la cabeza para respirar, debemos iniciar por unos ejercicios de técnica (drills) básicos. Estos son:

  • Pateo lateral con vista orientada hacia el fondo de la piscina, rotando el torso para tomar aire, regresando inmediatamente a la posición original
  • Braceo con un sólo brazo, manteniendo la barbilla pegada al pecho
  • Pateo lateral con cambio de lado, insertando una respiración al momento del cambio
  • Nado de libre esperando a que ambos brazos se junten en frente (catch-up), tomando la respiración en el punto de máxima propulsión, es decir, al final de la fase de propulsión de la brazada

 

 2. Piernas hundidas

Uno de los síntomas principales de dejar la cabeza levantada durante el nado en el estilo libre es que las piernas tiendan a hundirse. Esto causa una inmensa resistencia que se siente como si el nadador estuviera nadando jalando un paracaídas y que resulta en un alto nivel de fatiga en muy pocos metros.

 

¿Cómo corregirlo?

Para remediar este error debemos tratar de elevar el centro de flotación del cuerpo, el cual se encuentra en los pulmones. Para lograr esto debemos enseñar al nadador a nadar “corriente abajo”.

El primer paso es enderezar la cabeza para que la misma se alineé con la espalda. Por otro lado, debe emplearse una correcta rotación de hombros para que el cuerpo pueda desplazarse mejor a través del agua. Finalmente, debe emplearse un batido de piernas lo suficientemente propulsivo para estabilizar el cuerpo de nadador y ayude a mantener las piernas lo más cerca de la superficie posible.


3. Codo caído durante el inicio de la fase de propulsión de la brazada

Para que logres una buena propulsión debes preparar bien los brazos. Esto pondrá tus manos y antebrazos en una posición de menos fricción, logrando reducir el arrastre que ejerce el agua en estas dos partes del brazo. Muchas veces, el pobre desplazamiento que experimentan algunos nadadores se debe únicamente a que no pueden preparar correctamente el agarre inicial de la brazada.

 

¿Cómo corregirlo?

Para maximizar la propulsión, el primer paso es preparar la brazada con codo alto. Llamado en inglés Early Vertical Forearm o EVF. Esta técnica coloca la mano y el antebrazo en una posición de poder para que, con el uso de los músculos dorsales de la espalda, se produzca un empuje fortísimo hacia atrás. Asimismo, es la mejor técnica para reducir el riesgo de lesiones de hombro en el nadador.

Uno de los rasgos más distintivos del EVF, es que una vez la mano y el antebrazo se encuentren alineados, la mano siempre se mantiene orientada hacia atrás hasta el momento que inicia la fase de recuperación de la brazada. Esto garantiza que haya propulsión durante todo el trayecto sumergido de la mano.


4. Entrada de las manos delante de la cabeza

Este es tal vez el error más común. Se caracteriza por el efecto resultante que causa en las caderas. Al entrar la mano muy delante de la cabeza, seguido por un movimiento de rotación de los hombros y las caderas, el brazo se verá obligado a enderezarse, lo que causará un movimiento lateral hacia afuera de la cadera. Este movimiento genera mucha resistencia y obliga a las piernas a realizar movimientos de zigzagueo que sólo resultan en mucha fatiga.

 

¿Cómo corregirlo?

Para erradicar este error podemos utilizar una progresión de ejercicios de técnica que conllevan a la entrada correcta de las manos y una buena rotación de hombros. El mejor ejemplo que podemos proveerle a los nadadores es que imaginen que los brazos están entrando direccionados hacia las 11 y 1 horas en las manecillas de un reloj. Aunque los atletas intenten lanzar sus brazos en esas direcciones, regularmente terminan entrando sus manos muy cerca del lugar óptimo donde deben entrar al agua.


Conclusión

En la natación, el estilo libre o crol, al ser un estilo de un solo eje, requiere de varias posiciones que deben ejecutarse a la perfección para minimizar los efectos de la resistencia que el agua ejerce sobre el cuerpo del nadador. Por ese motivo es tan necesario perfeccionar la técnica en este deporte.

La presencia de un entrenador, aunque sea como consultor deportivo, ayudará a que puedas concentrarte en la corrección de todos los errores mencionados más arriba, sin que tengas que estar pendiente en qué orden debes trabajar los aspectos técnicos de tu estilo. De este modo aprenderás a cansarte menos mientras nadas y llegarás a disfrutar muchísimo de uno de los deportes más completos.

Fuente: Entrenamiento.